Region de Macedonia

Halkidiki

Halkidiki

La península de Calcídica, más conocida por los griegos como Jalkidikí, es, sin duda alguna, la región con mejores playas de Macedonia y uno de los lugares de veraneo escogidos por muchos de los griegos que habitan en el norte del país. La península se desmembra para formar, a su vez, otros tres dedos o penínsulas.

Uno de los principales atractivos de Jalkidikí son las cuevas de Petrálona, en cuyo interior se han hallado restos de asentamientos prehistóricos. Siguiendo nuestro recorrido hacia el este llegamos a la villa de Estagira, lugar de nacimiento de Aristóteles, en cuyas inmediaciones se encuentra una estatua del célebre filósofo. Puede visitar también el pueblo de Poligiros, donde hay un pequeño museo arqueológico.  

Antes de entrar en la primera de las tres penínsulas de Calcídica puede visitar Olinto. Junto a al pueblo del mismo nombre se encuentra el yacimiento de la que fue la ciudad más importante de la región durante la era clásica. El más occidental de los dedos de tierra que se separa del resto de Calcídica para adentrarse en el mar es el de Casandra. Aquí encontrará numerosas localidades playeras en las que podrá relajarse y disfrutar de los dones que la naturaleza le ofrece, en forma de aguas azules y calas tranquilas. Viaje hasta Kallithea, donde el significado del nombre de esta villa, “buena vista”, es el perfecto epíteto para esta localidad. Desde la parte alta del pueblo tendrá unas maravillosas vistas del golfo de Casandra.

Descienda por los caminos flanqueados de olivos y llegará a la playa. Las aguas parecen estar atrapadas, formando una gigantesca piscina salada entre Casandra y las tierras que se extienden enfrente, la península de Sithonía. Ésta constituye el dedo central y se encuentra menos explotado turísticamente que Casandra. Es una zona verde, montañosa, que también cuenta con un litoral interesante. Como la característica doble playa de Kalamitsi, situada en la orilla oeste de la península. Algo más al norte, rodeadas de bosques, se encuentran las aguas de Sarti. En la vecina localidad de Néos Marmáras podrá disfrutar de un buen plato de kalamarakia (calamarcitos) o jtapodaki psitó (pulpito a la brasa), así como Porto Carás, otra localidad pesquera con encanto en la que encontrará algunas tabernas con numerosas especialidades a base de pescados y mariscos, todo ello bien regado con caldos blancos de la región, ya que Jalkidikí es una de las mayores productoras de vino del país.

La tercera y más oriental de las penínsulas constituye el Monte Atos o Athos (Agios Oros para los griegos), monte sagrado poblado por monjes al que está terminantemente prohibida la entrada a mujeres. Esta peculiaridad se debe al edicto publicado por el emperador bizantino Constantino Monomajos, en 1060, por el cual se prohibía el acceso a la montaña a todas las hembras más evolucionadas que una gallina, a excepción de las gatas, ya que éstas controlaban los problemas con los roedores.

La tercera y más oriental de las penínsulas constituye el Monte Atos o Athos (Agios Oros para los griegos), monte sagrado poblado por monjes al que está terminantemente prohibida la entrada a mujeres. Esta peculiaridad se debe al edicto publicado por el emperador bizantino Constantino Monomajos, en 1060, por el cual se prohibía el acceso a la montaña a todas las hembras más evolucionadas que una gallina, a excepción de las gatas, ya que éstas controlaban los problemas con los roedores.

Destacan varios monasterios a lo largo y ancho de un territorio que no cuenta con carreteras convencionales. El primero de ellos, Megisis Lavras, fue fundado en el año 963 d.C. por San Atanasio, quien mantenía un estrecho vínculo de amistad con el emperador de Constantinopla, Nicéforo Fokas. Y es que fueron muchos los emperadores bizantinos que hicieron por que este lugar prosperase, aportando cuantiosas sumas de dinero para el mantenimiento y la construcción de nuevos monasterios. La mayoría de los monasterios (el lugar cuenta con veinte grandes monasterios ortodoxos) en los que hoy día perdura la vida monacal siguen el rito griego, a excepción del ruso de Pandeleimonas, el serbio de Jilandaríu y el búlgaro de Zografu. Muchos monjes viven en comunidades más reducidas que dependen directamente de los grandes monasterios y algunos han preferido dispersarse por el monte, llevando a cabo una vida eremítica.

Y es que Agios Oros representa el entorno ideal para dedicarse a la contemplación, a la vida ascética. No son pocos los peregrinos que acuden al Monte Atos en busca de consejo, en busca de la paz que tantas veces nos niega la supuestamente más avanzada y desarrollada civilización. El Monte Atos acoge al peregrino como a una criatura más, sin importarle su cuenta bancaria o su rango dentro de la escala social. Aquellos interesados, solo varones, pueden solicitar permiso para su visita de 2 a 3 noches máximo aún siendo católicos aunque los trámites de solicitud pueden durar unos tres meses. Aquellos afortunados dormirán en alguno de los monasterios de forma gratuita. Aún así para todos los interesados, ellos y ellas, existen frecuentes excursiones en barco que recorren toda la costa del Monte Atos y de esa forma podrán contemplar este lugar único en el mundo. La excursión es de día completo, se puede contratar allí mismo y los cruceros salen desde Ouranopolis y de Agios Nikolaos enfrente de Atos, en la península de Sithonia. Aconsejamos que lo hagan, bien merece la pena.