El Peloponeso | Micenas

Fortaleza de Micenas

En la parte superior de la colina estaba situado el palacio del rey, del wanax, y toda una serie de edificaciones para la nobleza, el culto, la guarnición militar y los almacenes. Estaba rodeada de murallas, que la tradición atribuía a los cíclopes, pero que se construyeron en torno al 1350 a.C. Estaban compuestas por dos muros paralelos de piedra no tallada (conocida como mampostería ciclópea) con cavidades rellenas de piedras menores. La muralla tenía una longitud total de 900 m, un grosor medio de 6 m y una altura original de unos 12 m. Era accesible a través de dos entradas: la Puerta de los Leones y la llamada Puerta Norte. Tenía, además, dos pasos en la extensión sureste de la muralla realizada en torno al 1210 a.C.: uno que permitía a los defensores sorprender a los atacantes de la Puerta Norte desde atrás, y otro que conducía a un balcón natural sobre el barranco del arroyo Javos.

Desde la Puerta de los Leones se accedía a un patio cuadrado, que originariamente estaba cubierto, y junto a ella están los restos de un granero.

Frente al granero se encuentra la entrada al Círculo A.

Junto al círculo A, y una vez pasado el acceso a la Gran Rampa, pueden observarse, en un nivel inferior, la Casa del Vaso de los guerreros, que debe su nombre a la crátera decorada con un desfile de hombres armados que se encontró en ella, la Casa de la Rampa y la Casa Sur. Junto ésta se encuentra un conjunto de edificaciones que constituyen el Centro de Culto, que no es visitable. En él se han encontrado fragmentos importantes de frescos, como el famoso de la “Dama de Micenas”, posiblemente de significado religioso, que se encuentra en el museo.

La llamada Gran Rampa sale a la izquierda del Círculo A. La forma actual de sus escalones se remonta al último cuarto del siglo XIII a.C. y nos conduce la entrada principal del Palacio, situada en el nivel superior del mismo.

Un conjunto de edificios al este del complejo formaban también parte del palacio. Entre ellos estaba la Casa de las Columnas, así llamada por el gran patio de columnas que constituía el centro de la residencia y en torno al cual se disponían las habitaciones. Un camino al este de esta residencia conducía a una plaza en la que había dos almacenes. En un principio, estos edificios estaban detrás de las murallas pero, en esta zona la muralla se amplió a finales del siglo XIII a.C. para incluir, por motivos estratégicos, la entrada a una cisterna subterránea.

Continuando el recorrido por la parte occidental de la muralla, nos encontramos, un poco más adelante con la Puerta Norte, que se basaba en el modelo de la puerta principal.

Los edificios de la zona noreste, que nos encontramos antes de llegar, nuevamente, a la Puerta de los Leones, pertenecen a la última fase de construcción y posiblemente estaban destinados al acuartelamiento de las tropas de la fortaleza.